martes, 27 de marzo de 2018

Insuficiencia crónica

Estoy confusa
conmigo, con el resto.
No sé si me he perdido
o si me estoy encontrando

pero ayer saludé a una estrella
pensando que era la muerte
y, aún así, me pregunté por qué
no pudo devolverme el saludo.

Hablo de mi misma
como si fuera cinco euros;
poco para muchos,
mucho para pocos.

Así que estoy huyendo.
Sin prisa, con miedo.
Y es que ya he cogido el tren.
El billete sólo es de ida.

Huyo en búsqueda del antídoto
que cure mi insuficiencia crónica.
Porque necesito un objetivo
y porque los síntomas me destrozan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

roma

Todos los caminos llegan a Roma y yo, sin embargo, me he quedado a sus puertas pensando en que quizá nunca quiera entrar.